El tope eran 500 participantes, que se cubrieron rápidamente. El desafío era poder atender y que no se produjeran aglomeraciones en los caminos de los 13,7 km del recorrido. El objetivo se cumplió y la anchura del trazado, los focos y seis zonas de control y avituallamiento, hicieron que los muchos participantes, el polvo y temperatura, no fueran un inconveniente para que los participantes disfrutaran de una noche especial en Medina de Pomar.